Ramón Araujo Armero
En los edificios en la Sierra de Madrid intentamos una arquitectura cuya plástica fuera la expresión de su construcción, a base de acero estructural y cerramientos de granito.
La posibilidad de habitar el bajo-cubierta permitió viviendas en dos plantas, con una pequeña doble altura, que se descuelgan de una viga de fachada a fachada.