Ramón Araujo Armero.
Francisco Serrano.
Se trata de un edificio compacto y sencillo, dominando el volumen de la sala como espacio entre dos potentes muros ciegos de sección escalonada, que junto a las pantallas acústicas en el techo permiten un concepto acústico muy experimentado en espacios de estas características.
Las dos salas decaladas crean espacios diversos en su perímetro -plazas en la plaza- desde los que se diferencian los accesos al edificio.
El vestíbulo entre salas resulta plaza cubierta, prolongación de la ciudad hacia los graderíos excavados.